jueves, 3 de noviembre de 2011

Un soleado día en Tenochtitlan-Ejercicio de comprensión "empatética"


Para comprender el pasado la imaginación es un recurso destacado, como nos muestra Jesús Domínguez en "Enseñar a comprender el pasado historico: conceptos y empatía" en infancia y aprendizaje. Num. 34, 1986. pp. 2-5 y 3-17, a continuación se muestra un juego de simulación que nos pone en el lugar de un habitante de Tenochtitlan que se dedica al comercio y su forma de pensar, así como lo que le acontece en el día, permitiéndonos como nos marca Jesús Domínguez, facilitar la comprensión del pasado desde el presente.


Largos peregrinajes marcan mi camino, miles caminan a ver el Templo Mayor, mi destino es otro, primero los negocios y después dare gracias a los Dioses, sobre todo a Tlaloc, que no dejo que me ahogara en esas terribles aguas, que prefiero olvidar. Pertenezco a los Pochteca, los mercaderes de mas alto rango en esta ciudad, viajamos llevando la grandeza de Tenochtitlan de un lado a otro, comercio con: mantas de piel de conejo, telas, joyas de oro, huipiles, orejeras de cobre y obsidiana, cuchillos, cochinilla, perfume de hiervas, plantas medicinales a cambio de chalchihuites, jadeítas, conchas marinas, conchas de tortuga, pieles de jaguar y puma, plumas de quetzal y xiutótol, y ámbar. Solo lo mejor, el olor del mercado es inconfundible, huele a vida y a maíz; las tortillas calientitas me hacen agua la boca, siempre prefiero comer conejo, después de un largo viaje y beber en vasos de oro, el delicioso chocolate. Que todos vean que los dioses me tienen en alta estima.
Algunos campesino y artesanos se acercan a mi, solo para que les platique de esas tierras lejanas que visito. Les cuento de la isla de los quetzales, que encontramos, de como Tlaloc mantienen lloviendo todo el día en el sur y de la belleza de las mujeres del norte que saben tejer como nadie, también les cuento de los grandes murales que pintan los señores del agua, en los templos de pueblos sometidos, que hermosos colores, que brillan a pesar del paso del tiempo, como si los hubieran pintado ayer.
Mis visitas se alejan contentas, no sin antes presentarme sus respetos, en formas de dioses de barro, agradezco sus regalos, cualquier ayuda divina es bien recibida.
Están pregonando las noticias del día, un nuevo heredero a nacido, me recuerda el nacimiento de Huixilopoxtli, si mal no recuerdo, también fue por estas fechas.
Termino mi rica comida y me preparo para visitar a los dioses, me perfumo y cambio mis ropas. No quisiera causarles una mala imagen y que con ello atrajera mi desgracia, al caer de su gracia eterna.
No cabe duda que es muy hermosa mi ciudad, la belleza de los blancos templos, solo equiparado con lo hermoso del paraíso donde van los muertos a descansar.


A continuación puedes consultar el espacio del Instituto Nacional de Antropología e Historia  referente a Tenochtitlan y aprender mas de su cultura: 
http://www.inah.gob.mx/index.php/especiales/5177-agosto-13-no-se-olvida

Bibliografía:
Antología Básica, "Construcción del Conocimiento de la Historia en la Escuela." Universidad Pedagógica Nacional. México, 1994.

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